miércoles, 30 de mayo de 2012

Galileo

Galileo nació en Pisa, Italia, en 1564. Su padre, Vincenzo Galilei, fue un músico de indudable espíritu renovador. A la edad de 17 años, Galileo empezó a cursar medicina en la Universidad de Pisa. Más adelante decidió cambiar al estudio de las matemáticas con el consentimiento paterno bajo la tutela del matemático Ricci (experto en fortificaciones). Su notable talento para la geometría se hizo evidente con un trabajo en el que extendía ideas de Arquímedes para calcular el centro de gravedad de una figura. 


Después de completar el tratado sobre el centro de gravedad de los sólidos, a los 25 años se le asignó la cátedra de matemáticas en Pisa y a los 28, en 1592, mejoró su situación aceptando una posición en Venecia que mantuvo hasta la edad de 46 años. 


Entre 1609 y 1610, Galileo desarrolló el telescopio astronómico con una lente convergente y otra divergente, consiguiendo gracias a ello una posición permanente con un buen sueldo en Padua. El telescopio le permitió realizar asombrosos descubrimientos: montañas y cráteres en la Luna, los cuatro satélites ("lunas") de Júpiter, las fases de Venus. Demostró que la Vía Láctea está compuesta de estrellas. Astutamente, dio el nombre de la familia Medici a las lunas de Júpiter, logrando así el puesto de Matemático y Filósofo (es decir Físico) del Gran Duque de la Toscana. 


Los descubrimientos astronómicos de Galileo apoyaban la teoría de Copérnico sobre las órbitas planetarias y, por refutar los textos bíblicos, presagiaban serios problemas con la Iglesia. En 1611, Galileo fue a Roma para hablar con el padre Clavius, creador del calendario Gregoriano y líder indiscutible de la astronomía entre los jesuitas. Clavius se resistía a creer en la existencia de montañas en la luna, pero debió admitirla cuando Galileo se las hizo observar a través del telescopio. 


Sin embargo, nuevos descubrimientos como el de las manchas solares, añadidos a la inusitada contundencia de Galileo para refutar y ridiculizar a sus oponentes, le fueron granjeando enemistades. La tensión del entorno se acentuó y en 1616 Galileo fue reconvenido por la Iglesia e instado a no defender sus ideas. El cambio de Papa, ahora Urbano VIII,inicialmente admirador de Galileo, le llevó a aumentar el nivel de defensa de sus teorías. 


En 1632, después de complicadas maniobras para obtener permisos oficiales, Galileo publicó su Diálogo, donde su defensa acérrima del sistema heliocéntrico viene acompañada de burlas e insultos hacia sus enemigos. La Inquisición tomó cartas en el asunto, más por acusarlo de desobediencia de las directivas eclesiásticas que por el propio contenido de su obra. Un largo proceso inquisitorial iniciado en 1633 llevó a un Galileo viejo y cansado a abdicar de sus ideas y verse confinado a una villa en Florencia, donde permaneció hasta su muerte en 1642. 


Galileo, padre de la ciencia moderna, defendió la matematización de la naturaleza, asentó el procedimiento científico y propició, para bien o para mal, el divorcio iglesia-ciencia. Una parte substancial de su trabajo está relacionado con la mecánica y fue el primero en aplicar matemáticas para su análisis. Propuso la utilización de péndulos como relojes y la ley de aceleración uniforme para cuerpos en caída libre. Sin duda, Galileo Galilei abrió el camino para la Físico-matemática y la Física experimental de los siglos posteriores.

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